Shadowman (Oren Jacoby, 2017) documenta la vida y obra de Richard Hambleton, artista controvertido y pionero de la intervención artística urbana en la década de los ochenta que eligió las sombras para desarrollar su carrera.
En el contexto de la efervescente escena artística que vivía Nueva York en estos momentos, el nombre de Hambleton comienza a resonar en las calles del Lower East Side asociado a unas inquietantes sombras. La popularidad creciente de su trabajo le servirá de invitación para entrar en los círculos de una jet set neoyorquina de la que el artista nunca llegó a sentirse parte. Su personalidad un tanto excéntrica (raro en un artista) y su visión del arte junto a una acusada adicción al speedball, que lo convertirá en un autentico yonqui con pinceles, llevarán a Hambleton a dar la espalda al mercado en plena cresta de la ola para entrar en un bucle de autodestrucción en el que pese a la dificultad de alguno de los episodios que atraviesa nunca dejará de pintar.

Image Mass Murder
A finales de los años setenta Richard Hambleton se embarca en una gira por diferentes ciudades de Canadá y Estados Unidos sembrando cierta controversia en la sociedad con sus asesinatos en masa. La primera obra reconocida del artista consistía en pintar de forma clandestina siluetas de tiza salpicadas de pintura roja que emulaban falsas escenas de un crimen, un misterio que llegó a las páginas de numerosos medios impresos.

I Only Have Eyes for You
I Only Have Eyes for You es el título bajo el que se engloba una intervención que llevo a Hambleton a colocar más de 500 reproducciones a tamaño a real de una foto suya en paredes de diferentes ciudades de Estados Unidos. Las imágenes, impresas en papel mediante una técnica no perdurable, con el tiempo se covertían en una misteriosa silueta blanca.


Shadowman
Entre 1981 y 1986 las sombras toman la ciudad. Como ya hizo con su serie de asesinatos, Richard Hambleton juega con la histeria colectiva en un contexto de cierta violencia callejera generando amanazoras sombras que pintaba en rápidas intervenciones a brochazo limpio. Night Life, nombre bajo el que se engloban las diferentes intervenciones realizadas, supondrán el salto definitivo a la fama del artista y también el punto de inflexión en su carrera.


Beautiful Paintings
En Shadowman el propio Hambleton cuenta como en un momento en el que todo el mundo quería sus sombras el necesitaba hacer otras cosas, es así como el artista le hace un fuck you al mercado del arte y se encierra en su estudio a pintar paisajes impresionistas y colosales marinas de varios metros que a veces utilizará como moneda de cambio para asegurarse el siguiente chute. Cuentan las malas lenguas que estos paisajes marítimos, algunos cargados con potentes rojos, están inspirados en el efecto de la sangre diluyendose con la heroína dentro de la jeringuilla. De cualquier forma son trabajos que inspiran una gran emoción y belleza.

Caballos de rodeo
Una temática recurrente en la Obra del artista será los caballos de rodeo inspirados en la imagen de la marca de tabaco Marlboro. Grandes lienzos pintados de forma muy expresiva en obras de un dinamismo arrebatador. Quién sabe si cuando Hambleton pintaba a sus vaqueros se estaba pintando a el mismo intentando no caer de su propio caballo…

Contra todo pronóstico, en una generación debastada por el SIDA y pese a ver comprado todas las papeletas para engrosar la lista de bajas, Richard Hamblentón consigue desarrollar su trabajo hasta 2017. Sobreviviendo en penosas condiciones de desamparo, luchando contra un cáncer de cara y con el cuerpo totalmente deforme a causa de dormir en el suelo, el artista aparecerá y desaparecerá de la escena pública en varias ocasiones siempre acompañado de personas que se preocupan mucho por él y por sacar todo el rédito posible de la figura de Hambleton. Ya solo queda una sombra.
Puedes ver Shadowman en Filmin.